Foto: http://www.fotosaves.com.ar
Así como existe en nuestro país un ave nacional -el Hornero- y una flor nacional -el Seibo, no ceibo-, también es válido recordar que hay una mariposa que asume el criterio patrio. Se trata de una especie propia de selvas húmedas, marginales y talares de Chaco, Corrientes, Entre Ríos y nordeste de la provincia de Buenos Aires, además del Uruguay, denominada científicamente Morpho catenarius y cuyo nombre vulgar es «Bandera Argentina». Es una pariente empobrecida -pero no menos esplendente- de aquellas robustas formas misioneras y de toda Suramérica, con brillo metálico azul, azul-violáceo a liláceo y otras variables de color, según la incidencia de la luz solar en los minúsculos prismas de sus escamas alares.
Nuestra mariposa, cuya hembra -algo mayor que el macho- alcanza los 110 mm de envergadura, posee una tonalidad celeste con irregulares manchas parduscas y ocelos u «ojos» dispuestos en hilera o «cadena» (= catenarius ) en la parte inferior. Vuela en el interior de los talares próximos al saucedal ribereño, con particulares aleteos bruscos, semejando «papelitos» que van cayendo. Sus orugas son de un rojo llamativo con hileras blancas y pelos no urticantes; son gregarias -viven agrupadas- y se desplazan de noche en «fila india», pasando el día en reposo colgadas en densos racimos. Se alimentan con las hojas del Coronillo ( Scutia buxifolia ), hermosa planta autóctona de follaje verde oscuro, denso y perenne, propia del bosque xeromórfico -talar- del área rural. La crisálida -fase posterior a la oruga o larva- es una «campanita» verde, suspendida con seda de una ramita.
Enero es el mes de la eclosión de los adultos, que alegrarán con su belleza de cielo los bosques húmedos de Los Talas, Isla Paulino y tantos otros sitios de nuestra costa platense.
Con tristeza, debemos reconocer que la gradual desaparición del Coronillo, por no ser de «origen pudiente», poseer espinas y considerárselo «yuyo» por crecer espontáneamente en los campos, atenta contra su desarrollo y permanencia, siendo cortado y extirpado de aquellos loteos en Los Talas, cuyos propietarios optan -por ignorancia o falso pudor- por especies exóticas, en detrimento de la estampa elegante de este arbolito, muy digno de ser forestado para asegurar su continuidad y la de su huésped, la atractiva Mariposa Bandera Argentina. Dos valiosos testimonios del nutrido rosario de joyas que avalan el rico patrimonio natural berissense.
Fuente : Semanario el Mundo
http://www.semanarioelmundo.com.ar/xtrs/rincones/7.htm